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¿Qué es el abuso psicológico?
El abuso psicológico está estrechamente relacionado con el abandono. De hecho, el abuso emocional se usa a menudo de forma intercambiable con el abandono infantil. Sin embargo, el abandono generalmente implica privar al niño de alguna necesidad física como alimento o refugio; el abuso emocional no necesariamente es físico. Por ejemplo, un padre o tutor podría castigar a un niño por un comportamiento normal, como sonreír o reír. Esto no implica privar físicamente al niño de nada, pero aún es abusivo y dañino.
Castigar a los niños por comportamientos normales puede evitar que actúen normalmente en el futuro, dañar su autoestima y crear problemas emocionales duraderos. El abuso psicológico también podría implicar castigar a un niño pequeño por engancharse a un cuidador, penalizar al niño por explorar su entorno o castigar a un niño por demostrar signos de autoestima. Por ejemplo, un padre, tutor o cuidador que grita a un niño pequeño por desarrollar vínculos emocionales con otras personas o desarrollar habilidades interpersonales puede considerarse abusivo emocionalmente.
Físico vs. Psicológico
Ya sea que lo creas o no, el abuso infantil no siempre es físico. De hecho, el abuso emocional puede dejar a un niño con cicatrices igualmente severas que las dejadas por el abuso físico. El abuso emocional, también llamado abuso psicológico, implica maltratar a un niño de cualquier manera que afecte su crecimiento o desarrollo psicológico. El abuso emocional puede ser activo o pasivo; la indiferencia puede ser tan dañina emocionalmente como las palabras o acciones abusivas. En general, los abusadores emocionales rechazan, ignoran, desprecian y critican a sus víctimas, dejando al niño con daños psicológicos.
El abuso psicológico y físico pueden ocurrir simultáneamente, pero uno no necesita al otro. El abuso físico, también llamado trauma no accidental, implica cualquier daño físico infligido a un niño por otra persona, generalmente un cuidador. Los signos de abuso físico se conocen como síndrome del niño maltratado y van desde moretones leves hasta fracturas y otros peligrosos daños. Según The New York Times, el abuso infantil físico generalmente tiene lugar cuando el abusador está bajo una gran cantidad de estrés. Además, muchos abusadores infantiles fueron abusados físicamente cuando eran niños.