El propano es un gas pesado producido como subproducto del procesamiento de gas natural y petróleo. Se usa en muchos electrodomésticos, y también tiene usos industriales. El propano es mucho más peligroso que el gas natural: resulta en al menos una docena de veces más lesiones, y tal vez un centenar de veces más muertes.
Si alguien más fue responsable de tu lesión, una ayuda legal competente es una necesidad. En general, la mayoría de las lesiones por propano caen en solo unas pocas categorías, de las cuales los tipos son los siguientes:
Lesiones tangibles
Lesiones por explosión: Una lesión por explosión de propano ocurre cuando la presión de la explosión alcanza tu piel. Esto puede causar que sufras una conmoción cerebral, y también puede reventar tus ojos y oídos. Dentro de tu cuerpo, puede resultar en una perforación abdominal y otras lesiones traumáticas.
Lesiones de tipo esquirla: Los desechos voladores te lesionan cuando golpean tu cuerpo. La cantidad y el tipo de desechos dependen en gran medida del entorno de la explosión. Las lesiones comunes incluyen pinchazos en la piel y los ojos.
Lesiones por impacto: Una lesión por impacto ocurre cuando tu cuerpo es golpeado contra una superficie por la fuerza de una explosión. Esto puede resultar en algunas de las lesiones más graves imaginables, incluyendo daño cerebral, huesos rotos y incluso amputación por impacto de los miembros o la cabeza.
Lesiones por calor: El calor de una explosión (causado por el gas de propano sobrecalentado) puede lesionarte tanto por fuera como por dentro. Por fuera, puede resultar en graves quemaduras, uno de los tipos de lesiones más dolorosas. También se puede forzar gas tóxico a tus pulmones, lo que resulta en condiciones a largo plazo como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o EPOC.
Lesiones psicológicas: El dolor de una lesión por explosión se extiende más allá del daño físico a tu cuerpo. De hecho, tus daños psicológicos pueden ser incluso mayores que tus daños físicos.
- Una forma de lesión psicológica (conocida como daños generales) es el dolor físico y el sufrimiento que la lesión y su tratamiento pueden causar.
- Otro tipo de daños generales es más abstracto y es conocido por los tribunales como “angustia mental”.
- Experimentas angustia mental cuando desarrollas condiciones como depresión, estrés, ansiedad y ataques de pánico como resultado de tus lesiones o la incapacitación resultante.
- La incapacitación física, especialmente si es a largo plazo, puede causar su propio tipo de angustia, ya que te pierdes disfrutar de actividades comunes en las que ya no puedes participar, como el sexo.
- Otras formas de daños psicológicos también son reconocidas por los tribunales.